Fue tan bonito que ni nos dimos cuenta. Que sin quererlo nos vimos rodeados de meses vacíos que se llevaron el sentido de lo que un día fuimos tú y yo. Tan bonito que, habiendo escrito nuestro nombre en el cielo, nos encontramos en una caída libre hacia nada. Hacia lo que ahora somos.
Soy un arquitecto de los días que no pasamos juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario