martes, 19 de noviembre de 2013

Conseguirte.

Tengo el gran defecto de obsesionarme con cualquier cosa, desde pequeña. De que se me mete algo entre ceja y ceja y no consigo quitármelo de la cabeza. Quizás pueda llamarlo cabezonería. O orgullo. O simple valentía. Qué se yo. O yo qué se. Persigo las cosas y no paro de hacerlo hasta alcanzarlas, hasta ser mías. Me propongo algo y ya puede ser lo más difícil, imposible, surrealista o ridículo del mundo, que lo tengo que hacer. Es sí o sí, no hay más. Tengo continuamente mi mente en metas. O metas en mente. Además es "quiero esto, y lo quiero ya". No soporto que me pongan obstáculos, no soporto que me paren los pies, ni soporto que me digan que no lo puedo hacer. Se que quiero, y se que, sobre todo, puedo conseguir eso que quiero.

Aunque, pensándolo bien, podría ser una virtud.
Y, pensándolo mejor, podría ser una virtud para todos menos para ti.

¿No?



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