jueves, 17 de octubre de 2013

Caída libre.



Fue tan bonito que ni nos dimos cuenta. Que sin quererlo nos vimos rodeados de meses vacíos que se llevaron el sentido de lo que un día fuimos tú y yo. Tan bonito que, habiendo escrito nuestro nombre en el cielo, nos encontramos en una caída libre hacia nada. Hacia lo que ahora somos. 

Tan bonito que no fue verdad.

Soy un arquitecto de los días que no pasamos juntos.




jueves, 10 de octubre de 2013

No confundamos.

Dejemos de llamar imposibles a aquellos amores por los que no luchamos lo suficiente.

Dejemos de llamar platónicos a aquellos amores para los que no tenemos huevos.

Dejemos de llamar pasajeros a aquellos que solo han servido para follar.

Dejemos de llamar confusos a aquellos amores por los que tenemos miedo a sentir.

Dejemos de llamar acabados a aquellos que verdaderamente nunca existieron.

Dejemos de llamar olvidados a aquellos que están pero no queremos recordar.

Dejemos de llamar amor a cualquier cosa que nos de, de una manera u otra, algo de felicidad.



martes, 8 de octubre de 2013

Hay noches, y noches.

Hoy es una de esas noches en las que intentar dormir se convierte en una verdadera tortura para mi (y tú no ayudas).
De esas noches en las que tengo la cabeza llena de mil pensamientos que se ahogan dentro de ella y que me hacen ahogarme a mi también en la oscuridad de mi (mente) habitación. 
De esas en las que das vueltas, y vueltas, y más vueltas hasta conseguir coger una postura algo cómoda, que no perfecta (no pidamos imposibles) para poder conciliar ese sueño que parece que nunca va a llegar. 
Sí, de esas en las que me agobio. Mucho.  Demasiado. Sobre todo porque no pienso, no quiero pensar(te). Y es que me agobio porque a pesar de ello son los propios pensamientos los que vienen a mi y me acosan.
Hoy se me quedan muy lejos las noches en las que me tumbo en la cama tranquila y con la cabeza sin ningún tipo de ruido mental. Solo me tengo que preocupar de cerrar (tu puerta) los ojos. Nada más. Joder.
Supongo que ya no hay nada que hacer, nada que solucionar, simplemente esperar a que pasen los minutos.
Todos esos minutos que se me han ido acumulando alrededor de ti. Tiempo que corre despacio como castigo a todo aquel que en su día perdí.







sábado, 5 de octubre de 2013

Felicidades hermana.

Hace tiempo que quería empezar a escribir un blog donde poder expresar lo que siento y lo que me pasa en el día a día, y nunca me he atrevido. Ella fue la primera que me insistió en hacerlo, y que mejor manera que estrenarlo deseándole todo lo mejor que se le puede desear a una persona en la vida.
Porque hoy es el quinto 5 de octubre que comparto toda la ilusión y la felicidad que tiene este día con ella, el quinto año que disfruto viéndola crecer a mi lado, el quinto año que es mejor incluso que el primero porque pasan los días pero no pasan mis ganas de tenerla a mi lado siempre, de no perderla. Y es que tengo la bonita suerte de no tener una amiga, sino de tener una hermana que, con sus más y sus menos, me cuida, me protege y me acepta tal y como soy. Ella conoce mi lado más oscuro, el más payaso, el más político, el más raro, el más profundo. Ella sabe perfectamente cuáles son todas mis imperfecciones, y nunca me juzga.
No le voy a dar las gracias, porque las gracias se dan a los desconocidos, y ella nunca será eso. Por la alegría de todos los momentos que paso a su lado merece la pena seguir.

Felicidades de todo corazón, Cristina Gil García.

Somos corcho, no nos hundimos.