lunes, 9 de diciembre de 2013

Vetusta y las palabras exactas.

Y ya me voy, te he dejado en el sillón las pinturas y una historia en blanco. Puedes escribir y dibujar lo que quieras, yo ya lo he intentado. No hay principio ni final, tan solo lo que quieras ir contando.

Pero al respirar intenta ser quien ponga el aire, que al inhalar te traiga el mundo de esta parte. Y lo veas como lo veo yo, verás que empiezas a cansarte.

Te he dejado en el sillón las pinturas y una historia en blanco. Yo me marcho a cualquier otro lugar, puede que el viaje sea largo. Pero no me importa, hace tiempo que lo ando planeando. 

La burbuja en que crecí contigo nos vendió estabilidad y comodidad, y un nudo traidor entre las manos. Yo fui tonta y escogí la ambigüedad, tú el fantasma y lo real, todo en el mismo barco. Y así hemos acabado.

Y al respirar propongo ser quien ponga el aire, que al inhalar me traiga el mundo de esta parte. Y respirar tan fuerte que se rompa el aire, aunque esta vez si no respiro es por no ahogarme.

Intenta no respirar... Me digo.
Intenta no respirar...

Y al respirar propongo ser quien ponga el aire, que al inhalar me traiga el mundo de esta parte. Y respirar tan fuerte que se rompa el aire, aunque esta vez quizá será mejor marcharse. Y no volver a enredarme. 

Intenta no respirar... Repito.
Intenta no respirar...



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